Es común que haya cosas o circunstancias que nos causen malestar o no nos hagan sentir del todo cómodos. A lo largo de nuestra vida suceden cosas que nos cambian y pueden generar algunos miedos, pero ¿qué pasa cuando estos miedos nos afectan en nuestra vida cotidiana?
¿Quién no ha tenido miedo a la muerte alguna vez? Ante el diagnóstico de una enfermedad, antes de una operación... el miedo a la muerte es normal, el problema viene cuando va más allá.
Está claro que el tema de la muerte es un tema difícil de abordar, pues se trata de un tema tabú, pero en este artículo vamos a tratar qué es la tanatofobia.
Todas las personas somos conscientes de que nuestra vida es un ciclo que comienza con el nacimiento y termina con la muerte. Es normal sentir cierta aprensión por la muerte. De hecho, es casi una palabra tabú y un tema del que apenas hablamos.
Si atendemos a su etimología, la palabra tanatofobia proviene de thánatos, que significa “muerte” y phóbos, que hace referencia a la palabra “miedo”. Una definición básica de tanatofobia es el miedo a la muerte.
Pero no es solo un miedo, es una respuesta en forma de ansiedad a un miedo extremo e irracional a la propia muerte o a la muerte de otros. Se interpone en el desarrollo de la vida cotidiana de las personas que la padecen y empeora su calidad de vida. En algunas ocasiones, se asocia con la necrofobia, que es el miedo a las cosas muertas.
Como en todas las fobias, pueden darse distintas causas por las que surgen y el momento en el que se origina dependerá de cada persona. Algunas posibles causas pueden ser:
Como hemos mencionado antes, cada persona es única y los síntomas pueden variar. Sin embargo, podemos destacar los más frecuentes:
Nuestro primer consejo y quizás el más importante, es que consultes a un psicólogo. Te dará hábitos para manejar este miedo, pero lo más interesante es que te ayudará a descubrir el origen y así poder superarlo.
Después, haz cosas que te gusten. Invierte tu tiempo en actividades con las que puedas divertirte. Pasa tiempo con tus seres queridos. Cualquier cosa que pueda ayudarte a enfocarte en el presente. Ve estableciendo rutinas en tu día a día.
Puedes probar técnicas de relajación como el yoga o la meditación, esto ayudará a rebajar tu ansiedad.
Recuerda que cada uno tiene su propio proceso.
Esperamos que este artículo te haya ayudado. Si tienes alguna duda, no dudes en contactar con nosotros.