¿Por qué el crisantemo es la flor de los cementerios?
¿Por qué el crisantemo es la flor de los cementerios?

La costumbre de llevar flores en los cementerios es una tradición que se remonta muy atrás. Según algunas teorías, hace más de 100 siglos se utilizaban las flores para enmascar el olor de los difuntos en descomposición cuando se les velaba. Hoy en día, llevar las flores en los cementerios ha adquirido una finalidad de tradición y decoración. En esta ocasión, los crisantemos se han convertido en las flores de los muertos.

La razón es simple, y se debe a su estacionalidad y naturaleza. Los crisantemos alcanzan su máxima floración a finales de octubre, coincidiendo con las festividades de Todos los Santos, del 1 de noviembre, y del Día de Difuntos, del 2 de noviembre. Además, puede resistir a las bajas temperaturas de estos días, donde se suele recordar a los seres queridos fallecidos llevando flores en los cementerios.

Una leyenda japonesa

En Japón hay una leyenda que cuenta el nacimiento del crisantemo. Según esta leyenda, en un pequeño pueblo vivía una familia con un niño. Un día el niño cayó enfermo, empeoraba cada vez más y nadie sabía que le pasaba, los padres pensaron que lo único era intentar visitar a un sabio que vivía en el bosque, que conocía todos los medicamentos y remedios para curar cada enfermedad.

Entonces, la madre se encaminó dentro del bosque y, después de una hora vio una cabaña de madera, llamó a la puerta y un anciano con barba blanca salió a recibirla. La mujer entró y empezó a contarle que su hijo estaba muy grave, con mucha fiebre y no logra encontrar una cura.

Lamentablemente, el anciano le explicó que no conocía ningún remedio para esa enfermedad, pero podía decirle cuántos días viviría su hijo y también le dijo que fuese al bosque para buscar unas flores amarillas conocidas como crisantemos, que eligiera una y que cuente los pétalos: el número de pétalos será el número de días que va a vivir el niño.

La madre, desesperada, se echó a correr en busca de la planta. Poco después encontró un arbusto con flores hermosas, arrancó una y contó sus pétalos. Pronto se dio cuenta que la flor tenía solo cuatro pétalos, y que entonces a su hijo quedaban solo cuatro días de vida.

Sin embargo, la mujer no se resignó y trató alargar la vida del niño rasgando los pétalos en finísimas tiras, hasta que cada uno se fragmentó en miles de partes. Una vez terminó, regresó a la casa del anciano para mostrarle la flor. El hombre intentó contar los pétalos, pero era una tarea imposible ya que eran infinitos.

El anciano sonrió, y dijo a la mujer que su hijo va a vivir muchísimos años, se casará y tendrá muchos hijos. La madre le dio las gracias y, llena de felicidad, regresó a su casa y entró en la habitación del niño. Él ya estaba recuperando, disfrutando de un plato de sopa.

Desde aquel día, los crisantemos ya no tienen cuatro pétalos, sino muchísimos, y la leyenda narra que nadie puede contarlos todos.

Difusión del crisantemo en Europa

Siempre en el mundo oriental, el simbolismo del crisantemo se origina en una antigua leyenda de la dinastía Qin en China, alrededor del tercer siglo antes de Cristo. Durante un período de guerras feudales, el noble Tan-Son gobernaba una región del sur, pero se vio forzado a huir hacia las tierras del norte. Durante su huida, vio una flor que, en pleno otoño, le reveló las señales que la naturaleza nos envía. Una flor que luchaba para sobrevivir en un clima tan frío, le devolvió la esperanza y determinación que había perdido.

Desde China, el crisantemo se difundió a Corea, y luego, durante el año 313 después de Cristo, llegó a Japón. Aquí, esa flor se convirtió en un emblema imperial, como símbolo de inmortalidad, longevidad, alegría y renovación.

En Occidente, la introducción del crisantemo se debe a Pierre Blancard, un capitán de la marina francesa que, durante un viaje a Extremo Oriente, trajo a Europa tres de estas flores. Más tarde logró establecer una hermosa plantación, y en un gesto generoso, obsequió un ramo de crisantemos a la emperatriz Josefina. Dado que la flor no tenía un nombre, la emperatriz convocó a los botánicos del jardín imperial, quienes, al observar el dorado de sus pétalos, propusieron el nombre de Chrysanthemum, que significa literalmente ‘flor de oro’.

El simbolismo de los crisantemos

Los crisantemos se utilizan para expresar afecto a nuestros seres queridos fallecidos y homenajear su memoria. En ocasiones de luto y duelo, transmiten un mensaje positívo de esperanza, protección, felicidad y abundancia.

Es también una flor muy fuerte, conocida por su resistencia incluso después de ser cortada. Además, no se ven afectadas por las temperaturas más frías, típicas del otoño y del período durante el que se celebra el Día de los Muertos.

Para ser precisos, los crisantemos adecuados para los homenajes a los difuntos deberían ser de color blanco, ya que, especialmente en la cultura oriental, el blanco simboliza la pérdida y el luto.

Significado del crisantemo en otras culturas

Mientras que en Europa el crisantemo es la flor de los cementerios, en el resto del mundo tiene otras acepciones. 

  • En China representa sabiduría, longevidad, paz y felicidad. Es también uno de los “cuatro caballeros”, es decir, las cuatro plantas que se utilizan para indicar a las diferentes estaciones: la ciruela para el invierno, la orquídea para la primavera, el bambú para el verano y el crisantemo para el otoño. 

  • En Japón, se considera la flor nacional, llamada Kiku, representada como un crisantemo estilizado con dieciséis pétalos de color de oro en un fondo rojo. Este es el emblema de la familia imperial japonesa, y simboliza la inmortalidad. 

  • En Brasil es importante para la jardinería y para el día de Todos los Santos. Para el día de los muertos utilizan otra flor. 

  • En México es la flor del día de los muertos, y expresa amor y amistad. 

  • En los Estados Unidos, representa alegría y positividad. Se utiliza durante fiestas y reuniones familiares, y también en los jardines. 

  • En Gran Bretaña se regalan crisantemos para felicitar un nacimiento. 

  • En Australia se regalan para el día de la madre. 

Otras curiosidades

Entre los crisantemos hay muchas variedades e incluyen unas 200 especies. Estas, se diferencian por el momento de la floración, la forma de la corola y los colores.

En la cocina, se pueden utilizar para decorar ensaladas o sopas, y también se pueden secar para preparar tés e infusiones. En Asia, el té de crisantemo es una bebida muy popular ya que tiene propriedades terapéuticas antioxidantes, antiinflamatorias, analgésicas, y contra el catarro y los resfriados.

También al pintor Monet le encantaban estas flores, y se pueden ver en una pintura suya al museo de Orsay de París.

En Asia esta flor tiene acepciones más positívas y, por ejemplo, en el Feng Shui representan alegría y risa al hogar.

 

En resumen, el crisantemo es una flor que tiene muchos significados diferentes en los varios países. Aunque en España se considera la flor de los cementerios y difuntos, en otros lugares del mundo puede tener acepciones alegras y positívas.

De todos modos, llevar crisantemos para honrar a nuestros queridos en los cementerios es una costumbre que ha perdurado a través de generaciones, y que aún conserva un significado profundo de amor y eternidad, al igual que encender velas online por un difunto.

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