¿Por qué se encienden velas a los difuntos?

La tradición de encender velas a los difuntos ha sido una forma de honrar y recordar a aquellos que han partido de este mundo desde hace mucho tiempo. Al igual, nos ayuda a superar el duelo de haberles perdido.  

Esta práctica, profundamente basada en diversas culturas y religiones, se ha mantenido viva a lo largo de los siglos, transmitiéndose de generación a generación. Cada vela encendida representa un acto de amor, fe y esperanza que busca simbolizar la conexión entre los muertos y los vivos, así como una vía de comunicación con lo trascendente.   

En Sanen Muta te explicamos por qué y cómo empezó esta tradición.  

La tradición de encender velas en el cristianismo 

En el cristianismo, encender una vela es una forma de pedir que la luz de Dios brille sobre el alma del difunto y lo guíe en su camino hacia la eternidad. Les ayuda a cruzar sin tener problemas, ya que es posible que al cruzar se puedan perder las almas de los seres queridos.   De hecho, la palabra "luz" es una de las más recurrentes tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Desde Génesis, donde Dios crea la luz en el primer día, hasta los pasajes que describen a Jesucristo como "la luz del mundo", el simbolismo de la luz siempre ha estado presente en la religión cristiana.   

El simbolismo de la vela 

La vela en sí representa la perfección y la naturaleza del cuerpo, mientras que la llama que arde simboliza la eternidad del alma. Al encender una vela, los creyentes realizan una forma de “oración y humildad”, buscando la guía espiritual y el consuelo para aquellos que ya no están con nosotros. También representa el camino hacia la luz, la paz y el descanso en la otra vida.  El acto de encender velas a los difuntos implica un profundo sentido espiritual, más allá de la mera tradición. Representa el deseo de permanecer junto a los seres queridos que ya no están físicamente presentes y simboliza el fuego divino que arde en el interior de cada ser humano. También es un recordatorio de que la luz eterna y permanente del Reino de Dios siempre nos acompaña.   

El Día de Todos los Santos 

El Día de Todos los Santos es una tradición que sucede en la actualidad, y no solo en la comunidad católica, sino también en muchas otras culturas y religiones. El Día de Todos los Santos en España es una fecha especial en la que las familias acuden a los cementerios para rendir homenaje a sus seres queridos con flores y velas. La práctica se remonta al siglo IV, cuando, al principio reinaba el emperador romano Diocleciano. Cómo había tantos mártires cristianos que padecieron su represión, la iglesia católica decidió crear un día conmemorative para poder incluir a todos a la vez. Al principio la fecha del día iba cambiando todos los años hasta los tiempos del Papa Gregorio III quien decidió fijar la fecha del 1 de noviembre.    

¿Cómo se celebra en España? 

En diferentes regiones de España, las tradiciones varían, pero el significado detrás del acto de que día y cuando se encienden las velas a los difuntos sigue siendo el mismo. En Jaén, por ejemplo, se colocan lamparillas de aceite o cera en las ventanas de las casas durante la noche del 1 de noviembre. Y, mientras esperan a que lleguen todos los espíritus, las familias comen tortitas de chocolate. En Alicante, el mismo ritual se celebra el 28 de octubre. En Zamora, se realizan procesiones y recorridos por los cementerios.   

¿Qué tipos de velas para los difuntos hay? 

Las velas para los difuntos vienen en distintas formas y tipos, cada una con un simbolismo particular. Desde el cirio pascual y la vela bautismal hasta las velas votivas y las velas de Adviento, cada una representa un aspecto diferente de la fe y la conexión con lo divino. Además, en muchas comunidades indígenas, cada vela se asocia con un difunto en particular. 

La lista de los tipos de velas para difuntes incluye: 

• El cirio pascual 
• La vela bautismal 
• Las velas votivas 
• La vela del Tabernáculo  
• Las velas de Adviento  
• Las velas de altar

Cómo hemos visto, cuando se ponen las velas para los difuntos es un acto de amor, fe y esperanza que trasciende fronteras culturales y religiosas. Es una tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos y que sigue teniendo un profundo significado para quienes la llevan a cabo.   

La luz de las velas ilumina la noche de los cementerios, pero también ilumina los corazones de aquellos que encuentran en este gesto una manera de honrar y mantener vivo el recuerdo de quienes ya no están físicamente con nosotros.   

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